VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LAS PUERTAS CORREDERAS

Las puertas correderas han ganado muchísima popularidad en los últimos años, y no es por casualidad. Además de ser una solución estética y funcional, permiten aprovechar al máximo el espacio de cualquier estancia.

Ya sea en reformas pequeñas o en obras nuevas, su instalación puede transformar por completo la distribución de una vivienda. Ofrecen una forma elegante y moderna de dividir ambientes sin renunciar a la luz ni a la sensación de amplitud.

Además, su versatilidad en materiales y diseños hace que se adapten a cualquier estilo decorativo: desde un look minimalista con cristal y aluminio, hasta uno más cálido y acogedor con madera natural. También son una gran aliada cuando el espacio escasea, permitiendo ganar esos valiosos centímetros que una puerta abatible tradicional te quitaría.

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber: ventajas, desventajas, tipos de instalación y cuándo merece realmente la pena apostar por ellas.

¿QUÉ ES UNA PUERTA CORREDERA?

Una puerta corredera es aquella que, en lugar de abrirse hacia dentro o hacia fuera como una puerta abatible tradicional, se desliza lateralmente. Puede ir montada sobre una guía exterior (a la vista) o esconderse dentro de la pared (puerta corredera empotrada). Ambas opciones tienen usos y ventajas distintas.

En el caso de las correderas vistas, la hoja de la puerta se desliza por fuera de la pared, sobre una guía que puede ser metálica o de madera, y que queda a la vista. Este tipo de instalación es más sencilla y rápida, perfecta para reformas sin obra. Las puertas empotradas, en cambio, requieren una estructura interna en el tabique para que la hoja desaparezca completamente cuando está abierta, lo que ofrece un acabado más limpio y discreto.

Estas puertas se pueden utilizar en prácticamente cualquier estancia: desde baños y cocinas hasta salones y dormitorios, ofreciendo soluciones funcionales, modernas y muy prácticas.

VENTAJAS DE LAS PUERTAS CORREDERAS

Las puertas correderas ofrecen una serie de beneficios que las convierten en una alternativa muy interesante frente a las puertas abatibles tradicionales. Más allá de su estética moderna, su gran atractivo está en lo prácticas que pueden llegar a ser.

Son perfectas para maximizar espacios pequeños, facilitar la circulación entre estancias y aportar un toque decorativo muy especial. Ya sea para renovar una habitación, ganar amplitud o simplemente por comodidad, merece la pena conocer todos los motivos por los que elegir este tipo de puertas puede mejorar la funcionalidad y el estilo de tu hogar.

A continuación, te contamos sus principales ventajas.

AHORRO DE ESPACIO

La razón más habitual para instalar una puerta corredera es el espacio. Como no necesitan radio de apertura, son ideales para:

  • Baños pequeños
  • Vestidores
  • Dormitorios con muebles cerca
  • Cocinas abiertas
  • Pasillos estrechos

Imagina un pequeño baño donde una puerta tradicional bloquearía parte del lavabo o la ducha al abrirse. Con una corredera, ese problema desaparece.

CONEXIÓN ENTRE ESTANCIAS

Al deslizarse por completo, las puertas correderas conectan dos habitaciones sin obstáculos visuales. Eso genera sensación de continuidad y amplitud, muy valiosa en viviendas pequeñas o con distribuciones poco convencionales.

Por ejemplo, una corredera entre el salón y el comedor permite tener dos ambientes separados cuando se necesite, o uno solo y amplio cuando se quiere compartir espacio.

APORTE ESTÉTICO Y DECORATIVO

Las puertas correderas son también un elemento de diseño. Las hay de madera, cristal, lacadas, de aluminio o incluso combinaciones de materiales. Esto las convierte en una opción muy versátil y personalizable.

Pueden reforzar un estilo moderno, rústico, minimalista o clásico. Incluso se pueden hacer a medida para que combinen con el armario, el suelo o las paredes.

FÁCIL INSTALACIÓN

Aunque las empotradas requieren obra (hay que insertar un cajón dentro del tabique), las puertas correderas vistas se pueden instalar con relativa facilidad. Basta con fijar una guía superior y colgar la hoja de la puerta.

Esto permite cambiar una puerta abatible por una corredera sin reformas complicadas. Y si se hace con un diseño atractivo, el resultado puede ser muy decorativo.

MEJOR VENTILACIÓN Y PASO DE LUZ

Una puerta corredera no suele cerrarse con tanta hermeticidad como una abatible, lo cual tiene una ventaja clara: mejora la circulación del aire. Además, si es de cristal o semiopaca, permite que la luz pase de una estancia a otra.

Esto es especialmente útil en zonas interiores que no tienen ventana propia o para separar ambientes sin oscurecerlos.

DESVENTAJAS DE LAS PUERTAS CORREDERAS

Aunque las puertas correderas tienen muchísimas ventajas, también es importante ser realistas y conocer sus limitaciones. Como cualquier solución, no son perfectas para todos los espacios ni para todos los usos. Pueden presentar inconvenientes relacionados con el aislamiento, el uso del espacio o el coste, y no siempre resultan tan prácticas como parecen a primera vista. Por eso, antes de lanzarte a instalar una, conviene que tengas claras sus posibles desventajas. A continuación, te explicamos los principales aspectos que pueden hacerte reconsiderar si este tipo de puerta es la mejor opción para tu caso.

Aunque tienen muchas virtudes, también es importante conocer sus puntos débiles antes de decidirte.

MENOR AISLAMIENTO TÉRMICO Y ACÚSTICO

Las puertas correderas, debido a su diseño, no suelen sellar completamente el hueco del marco como lo hacen las puertas abatibles. Esto hace que sean menos efectivas para aislar tanto el ruido como las temperaturas. Si vives en una zona fría, puedes notar que el calor se escapa con mayor facilidad. Del mismo modo, los sonidos entre estancias se transmiten con mayor claridad, lo que puede afectar al confort en habitaciones que requieren más intimidad o tranquilidad, como un dormitorio o un despacho. Si el aislamiento es una prioridad, conviene valorar bien este aspecto.

  • Peor aislamiento frente al frío o el calor
  • Más entrada de ruido entre estancias

Por eso, no son la mejor opción para dormitorios que dan a zonas ruidosas o para baños donde se quiera máxima privacidad.

REQUIEREN UNA INSTALACIÓN PRECISA

Una puerta corredera debe instalarse correctamente para que funcione de forma fluida y segura. Si el suelo no está bien nivelado o si la pared no está perfectamente alineada, el desplazamiento puede verse afectado. Además, es clave que la guía esté bien sujeta y sea de buena calidad, ya que soporta todo el peso de la hoja. Una instalación deficiente puede provocar ruidos, desajustes o incluso que la puerta se atasque con el uso. Por eso, contar con profesionales es fundamental si quieres evitar problemas a medio o largo plazo.

OCUPAN LA PARED LATERAL

Una de las principales limitaciones de las puertas correderas vistas es que requieren que la pared lateral por la que se deslizan quede completamente libre. Esto significa que no podrás colocar muebles, cuadros, interruptores ni enchufes en esa zona, ya que estorbarían el recorrido de la puerta. Esta restricción puede ser un problema en estancias pequeñas donde cada centímetro cuenta. Además, debes tener en cuenta que esa parte de la pared quedará siempre visible cuando la puerta esté abierta, lo que puede influir en el diseño general del espacio.

En las empotradas esto no ocurre, pero el muro tiene que ser lo bastante grueso como para albergar el cajón.

PRECIO ALGO MÁS ELEVADO

El coste total de una puerta corredera suele ser mayor que el de una abatible, especialmente cuando hablamos de modelos empotrados. Aparte del precio de la propia hoja, hay que sumar el sistema de guías, los herrajes y, en muchos casos, la mano de obra especializada para realizar una instalación segura y duradera. Además, si optas por materiales de alta gama o diseños a medida, el presupuesto puede incrementarse notablemente. Por eso, es importante tener en cuenta esta inversión desde el principio y valorar si compensa frente a otras opciones más económicas.

  • Hoja de la puerta
  • Sistema de guías
  • Mano de obra (en el caso de empotradas)

Eso sí, el resultado suele compensar el gasto si se valora la estética y el espacio ganado.

NO SIEMPRE SON CÓMODAS DE USAR

Aunque pueden parecer prácticas, no todas las personas encuentran cómodas las puertas correderas. Al no abrirse con un simple empujón como las abatibles, requieren deslizarse manualmente a lo largo de la guía, lo que puede resultar incómodo si llevas algo en las manos o si la puerta es pesada. En algunos casos, con el paso del tiempo o por falta de mantenimiento, la guía puede acumular suciedad o desajustarse, haciendo más difícil el deslizamiento. Por eso, conviene asegurarse de que el mecanismo es de buena calidad y de que se adapta al ritmo de uso del hogar.

TIPOS DE INSTALACIÓN

Elegir el tipo de instalación adecuado para una puerta corredera es clave para conseguir un resultado funcional y estético. Existen principalmente dos formas de colocar estas puertas: vistas y empotradas. Cada una tiene sus particularidades, ventajas y limitaciones, por lo que conviene conocerlas bien antes de decidir cuál se adapta mejor a tu espacio y necesidades. Las correderas vistas son rápidas de instalar y no requieren obra, mientras que las empotradas ofrecen un acabado más limpio e integrado, pero necesitan planificación y reforma. A continuación, te explicamos en detalle las características de cada opción.

PUERTAS CORREDERAS VISTAS

Las puertas correderas vistas son una de las opciones más utilizadas cuando se quiere cambiar una puerta sin hacer grandes reformas. Su sistema se basa en una guía que se instala sobre la pared, por donde se desliza la hoja de la puerta. Es una solución rápida, limpia y económica que se adapta a muchos estilos decorativos. Al dejar la puerta visible cuando está abierta, puede convertirse en un elemento decorativo por sí misma. Son ideales para quienes buscan practicidad y funcionalidad sin complicarse con obras.

  • No requieren obra: este tipo de instalación se realiza sobre la superficie de la pared, lo que evita hacer rozas o modificar la estructura del tabique. Es perfecta para reformas rápidas y limpias, sin necesidad de albañilería.
  • Más fáciles y rápidas de instalar: basta con fijar una guía en la parte superior de la pared y colgar la hoja de la puerta. En pocas horas se puede tener lista y funcionando, lo que reduce tiempos y molestias.
  • El herraje y la guía quedan a la vista (pueden ser decorativos): lejos de ser un inconveniente, muchas veces estos elementos aportan un valor estético extra. Existen diseños modernos, industriales o rústicos que realzan la decoración del espacio.
  • Ideales para reformas sencillas o cambios de última hora: si te surge la necesidad de cambiar una puerta de manera funcional sin romper paredes, esta opción es perfecta. Se adapta a casi cualquier estancia sin complicaciones.

PUERTAS CORREDERAS EMPOTRADAS

Las puertas correderas empotradas son la opción más elegante y discreta dentro de este tipo de sistemas. A diferencia de las vistas, su estructura queda completamente oculta dentro del tabique, lo que permite una integración total con la pared. El resultado es un espacio más limpio, sin elementos a la vista, ideal para quienes buscan un estilo minimalista o desean una separación invisible entre estancias. Eso sí, requieren una planificación cuidadosa, ya que su instalación implica realizar una obra y prever bien los espacios desde el inicio del proyecto.

  • Necesitan obra: se crea un cajón en la pared que permite que la hoja de la puerta se deslice dentro del muro y quede completamente oculta al abrirse. Esto implica modificar la estructura del tabique, por lo que es una solución ideal para obras nuevas o reformas planificadas.
  • Resultado más limpio y minimalista: al quedar la puerta oculta, la estética del espacio se mantiene uniforme, sin elementos visibles que interrumpan la decoración. Es perfecta para viviendas con un estilo moderno, sobrio o que apuestan por la máxima funcionalidad sin renunciar al diseño.
  • Perfectas para obra nueva o reformas integrales: este tipo de puerta requiere previsión, por eso se adapta mejor a proyectos que permiten modificar los tabiques desde cero. En viviendas en construcción o reformas completas, instalar una empotrada es más sencillo y eficiente.
  • No se ve la guía ni la hoja cuando está abierta: una de sus grandes ventajas es la invisibilidad total cuando la puerta está abierta. No hay rieles, herrajes ni hojas a la vista, lo que permite disfrutar de una estancia completamente despejada y visualmente más amplia.

CUÁNDO INSTALAR UNA PUERTA CORREDERA

Antes de lanzarte a instalar una puerta corredera, es importante saber si realmente encaja con las necesidades de tu hogar. No se trata solo de gustos estéticos, sino también de funcionalidad, espacio disponible y tipo de pared. Hay situaciones en las que una puerta corredera puede ser una solución ideal, mientras que en otras podría generar más inconvenientes que beneficios. A continuación, te damos algunas pautas para que sepas cuándo te conviene apostar por una puerta corredera y cuándo es mejor seguir con una opción más convencional.

RECOMENDAMOS LA INSTALACIÓN

Quieres aprovechar al máximo el espacio: en estancias pequeñas o con una distribución compleja, cada centímetro cuenta. Una puerta corredera libera el espacio que normalmente ocupa una hoja abatible, permitiéndote colocar muebles, estanterías o elementos decorativos justo donde antes no podías.

Buscas una solución moderna y decorativa: las puertas correderas no solo son funcionales, también son muy estéticas. Se integran perfectamente en estilos minimalistas, rústicos, industriales o clásicos, gracias a la gran variedad de materiales, acabados y diseños disponibles.

Necesitas conectar dos estancias sin barreras: si quieres unir salón y comedor, cocina y lavadero o dormitorio y vestidor, una puerta corredera te permite mantener los espacios separados cuando lo necesites, pero también disfrutar de una continuidad visual y funcional cuando la mantienes abierta.

Tienes un tabique libre o con espacio para empotrar: para instalar una puerta corredera, necesitas que la pared lateral esté libre o que permita crear un hueco empotrado. Si cuentas con ese espacio disponible, puedes aprovecharlo para conseguir una instalación limpia y muy práctica.

La privacidad y el aislamiento no son prioritarios: si la habitación no requiere un cierre hermético (como un pasillo, vestidor o zona de paso), la puerta corredera cumple su función perfectamente sin necesidad de un sellado acústico o térmico total.

RECOMENDAMOS NO INSTALAR

Es una habitación donde el aislamiento acústico es esencial (como un dormitorio junto al salón): si el silencio y la privacidad son claves, una puerta corredera puede no cumplir con las expectativas. Al no cerrar herméticamente, deja pasar más ruido que una abatible, lo que puede ser molesto en estancias de descanso o trabajo.

No quieres perder uso de la pared contigua (en correderas vistas): este tipo de instalación requiere que el muro lateral quede completamente libre para permitir el desplazamiento de la puerta. Esto limita la posibilidad de colocar muebles, enchufes, interruptores o decoraciones en esa zona concreta.

El presupuesto es muy ajustado: aunque hay opciones económicas, las puertas correderas suelen implicar un mayor coste por los sistemas de guías, herrajes y posible mano de obra especializada. Si estás limitado económicamente, una puerta abatible tradicional puede ajustarse mejor a tus necesidades.

La pared es de carga o no se puede modificar fácilmente: para instalar una puerta empotrada, el tabique debe poder alojar el cajón de deslizamiento. Si la pared es estructural o contiene instalaciones importantes, modificarla puede no ser viable o suponer una obra muy compleja.

¿MERECE LA PENA UNA PUERTA CORREDERA?

Sí, pero como todo en la vida, depende del contexto. Si lo que necesitas es ganar espacio, crear ambientes conectados o añadir un toque decorativo a tu casa, las puertas correderas son una opción excelente.

Eso sí, asegúrate de elegir bien el tipo (vista o empotrada) según tus necesidades, y cuenta con profesionales para la instalación si quieres un resultado duradero y seguro.

En Armarios Nogal somos especialistas en soluciones a medida para tu hogar. Si estás pensando en cambiar tus puertas por correderas o quieres un armario empotrado con este sistema, ponte en contacto con nosotros y te asesoramos sin compromiso.

Aprovecha cada centímetro de tu casa con estilo y funcionalidad. ¡Las puertas correderas pueden marcar la diferencia!

Deja un comentario

10 − 3 =